¿ Qué es realmente la psicoterapia?

"La psicoterapia es una confrontación con uno mismo, donde más que una lucha ha de haber una reconciliación" Viktor Frankl

"Wikipedia nos cuenta que Viktor Emil Frankl fue un neurólogo y psiquiatra austriaco, fundador de la logoterapia.
Sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. Tras su liberación, regresó a Viena. En 1945 escribió "El hombre en busca de sentido", donde describe la vida del prisionero de un campo de concentración desde la perspectiva de un psiquiatra. En esta obra expone que, incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre puede encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual. Esta reflexión le sirvió para confirmar y terminar de desarrollar la logoterapia, considerada la Tercera Escuela Vienesa de Psicología, después del psicoanálisis de Sigmund Freud y de la psicología individual de Alfred Adler.
Esta página nos cuenta más sobre su vida y obra... pero queríamos rescatar ésta frase suya, la que acompaña la imagen de hoy, para aclarar a muchos el real fin de un trabajo terapéutico.
Es verdad... las vivencias que se atraviesan en una terapia se parecen más a luchas que a reconciliaciones... como nos dice Frankl son "confrontaciones con uno mismo"... pero el objetivo final es la reconciliación con nuestras partes opuestas, con nuestras partes escindidas, desintegradas... necesitamos unificarlas, volverlas una unidad en la que apoyarnos, la base de nuestra esencia, nuestro lugar íntimo de pertenencia... de ahí salimos... y ese es nuestro camino personal, nuestro recorrido único, que nadie tiene que transitar más que nosotros mismos... acompañados o solos, pero es NUESTRO CAMINO.
Y a lo largo de la vida, y por las distintas experiencias que nos toca enfrentar, algunas partes nuestras se van perdiendo, se van deformando, se van reprimiendo, y olvidando... casualmente las partes que comprometen nuestras emociones más intensas... las más vinculadas con nuestros sueños y nuestros miedos.
Las barreras psicológicas nos van dividiendo por dentro, las formas defensivas que tiene nuestro psiquismo de sobrevivir, van postergando proyectos, ambiciones, metas... y las va enterrando vivas en el olvido.
Pero ahí quedan... como una piedra en el zapato, impidiéndonos avanzar tranquilos.
Hay partes de nuestro interior que necesitan gritar y ser escuchadas, solo así podrán liberarse y cambiar.
Hay miedos ocultos y deseos demorados.
Hay recuerdos dolorosos, y afectos contenidos, jamás dichos.
Hay una parte que nos critica demasiado, y una parte que quiere hacer las paces y dejar de pelear dentro nuestro.
En terapia se busca la armonía de los opuestos.
Por eso se vuelve casi una lucha enredada, fastidiosa, donde se suda mucho y se sueltan demasiadas lágrimas... y donde también vienen los tiempos de tregua en el alma, y es donde vemos con claridad que nuestras partes ocultas se liberan, se entienden con las partes que mostramos al mundo, se manifiestan ambas, se perdonan, y se reconcilian...
Lo inconsciente con lo consciente se encuentran y hacen las paces.
Pero en esas duras batallas sobre el diván y desde el mundo interno del paciente, su mente y sus emociones a flor de piel, y con toda la maquinaria funcionando al máximo, requiere un esfuerzo tremendo por parte de ambos, del paciente y del terapeuta, para alcanzar el objetivo de SANAR.
La reconciliación en definitiva es el objetivo final.
Y con ella llega el alivio, la paz, la armonía, la claridad y el equilibrio. "

Ps. Patricia Cabrera Sena
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