No le temas a las crisis
La vida siempre espera un momento de crisis para revelar su lado mágico.
Todos sabemos que siempre llegan esos momentos que nos ponen a prueba... que nos arrastran a bordes... que nos vuelven desconocidos de nosotros mismos porque ya no sabemos qué pensar, qué hacer, qué decir, qué evitar, cómo actuar.
Las crisis nos colocan en el punto exacto de lo inesperado que nos hace sentir angustiados, inseguros, y expuestos.
La crisis es el quiebre de lo estable y conocido.
Algo sucede que nos descoloca y nos detiene.
Suele estar relacionado con pérdidas, decepciones, carencias, ausencias repentinas, impactos que le dan un giro a todo en nuestra vida, golpes bajos, duelos.
El puñal llega, atraviesa sin permiso nuestro mundo tranquilo... y no se saca fácil del medio del pecho.
Estamos en crisis...
Lo habitual es ver en esos momentos las incapacidades que tenemos para enfrentarlos, la mayoría de los humanos cuando entran en crisis se derrumban... no pueden solos con ella... algunos piden ayuda, otros no saben pedirla y se hunden más.
La crisis adquirirá más poder si no actuamos a tiempo.
Cuando llega ese desnivel en nuestra vida que nos deja parados en el vacío, desesperados por volver a la paz de ser los de antes, lo principal es aprender a calmarse, buscar puntos de soporte, si no los encontramos adentro, recurrir afuera, entender que es algo que nos pasa a todos, que no es exclusivo de la vida de uno sino que todos los hemos compartido... algunos con más y otros con menos intensidad... pero todos tarde o temprano hemos conocido tiempos de crisis... y todos en el fondo sabemos que los tenemos que transitar y superar. No hay otro camino.
También la mayoría ha experimentado la gran verdad de que en esos momentos de tremenda dificultad (que repercute profundamente en nuestro ánimo y en nuestra salud física y mental) lo que más se pone a prueba es nuestra capacidad de sobrevivencia.
Y aparecen como "acto de magia" potenciales nuestros desconocidos, capacidades de nuestro propio interior que nos rescatan, lados nuestros que parecen aclararse en medio de la oscuridad y nos llevan a actuar de manera sabia, inteligente, preventiva, evitando más caídas, vamos aprendiendo de los raspones que la crisis nos expuso, vamos conociendo mejor a la gente, a nosotros mismos y a la vida.
Y es así cómo se revela el lado mágico de las crisis, como dice la imagen de hoy.
Ojalá todos pudiéramos reconocer en el momento de atravesar una crisis que son tiempos obligados que siempre llegan, que no solo se sufrirá sino que también se crecerá, se aprenderá y se renovarán conocimientos, las herramientas para seguir en el camino serán mejores, seremos más fuertes y sabios, más capaces y valientes.
Ps. Patricia Cabrera Sena
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