¿Qué entorno quieres tener? Tú eliges

Somos creadores de nuestro entorno... a pesar de lo que nos toque vivir, o descubrir en otros o en nosotros... el control es nuestro.

Miren la imagen bien... un lado está lleno de armonía, vida (mariposa), una mirada tranquila, agua que corre, sonidos naturales relajantes, piel fresca, cuerpo saludable, flexible, fuerte, y un corazón vivo, latiendo, iluminado.

Del otro lado el mismo cuerpo se expone a un ambiente agresivo, dañino, que lo reseca, que lo cansa, un brazo lastimado, una mirada triste y cansada, un entorno desértico, con fuego que quema, y un corazón oscuro y congelado...

Un mismo cuerpo puede generar ambientes bien opuestos alrededor suyo.

¿Cuál es la diferencia?... ¿quién genera esa disparidad en ambos entornos?... ¡Tú!

Si bien es verdad que mucho de lo que nos rodea no depende de nosotros... lo que sí depende de nosotros es lo que hacemos con lo que nos envuelve...

No podemos hacer nada con ciertas cosas... son como son y llegan a nuestra vida sin voluntad nuestra... personas y circunstancias se imponen muchas veces sin nuestro permiso... ¡pero ahí está la diferencia!... ¿qué haces con eso?... ¿lo dejas que se transforme en un ambiente dañino para ti?... ¿o tomas las riendas de tu vida, te cuidas, te priorizas, y elijes movimientos y acciones que te fortalezcan y te permitan alejarte de lo que te lastima? aunque esa distancia luego te duela...

Muchos desprendimientos son necesarios para no hundirnos más de lo que ya estamos... a veces lamentablemente toca soltar manos que quisiéramos mantener aferradas y a nuestro lado, solo por el afecto sincero que le tenemos... pero hay manos que nos arañan, que nos queman, que nos lastiman demasiado... y cuando la vida de uno corre riesgo de desmoronarse... más vale soltar esas manos para cuidarse... para sobrevivir.

Lo mismo con circunstancias sociales, laborales, etc... a veces toca priorizar nuestra sanidad en lugar de permitir que un entorno se vuelva tan nocivo que arrase con nuestra integridad y nos derrumbe.

Elegir bien el entorno, saber qué hacer con él, volvernos selectivos, amarnos lo suficiente como para tomar las medidas más eficaces (aunque duelan)... nos llevará a tener alrededor nuestro un ambiente que nos permita el equilibrio, la armonía, la tranquilidad, el goce sano, y el avance que todos necesitamos para poder continuar en ésta vida, a pesar de lo que nos toque vivir, o descubrir en otros o en nosotros... el control es nuestro.

Ps. Patricia Cabrera Sena
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